sábado, 17 de marzo de 2018

La magia de los cuentos

Los cuentos son auténticas obras mágicas capaces de transformar realidades, de transportar a mundos de fantasía, de emoción, a parajes insospechados; ayudan a viajar sin apenas moverse, a soñar sin tan siquiera dormirse y sobre todo, hacen de este mundo un lugar  maravilloso.

Desde niña y hasta no hace tantos años, mi madre me leía cuentos en la cama, era nuestro momento especial; un espacio para nosotras, para reír, llorar, imaginar y pensar. El momento en que abro un libro, sigue siendo algo fantástico, se me llena el estómago de mariposas y me pongo nerviosa ante el aroma de las páginas, el tipo de letra y deseo conocer todo lo que esas páginas esconden y que gracias al espectacular trabajo de mis maestros de la escuela y de mi familia soy capaz de decodificar.

No debemos olvidar cuando éramos niños. Sólo recordando nuestra infancia y nuestras emociones seremos capaces de ponernos en la piel de los más pequeños y constatar lo que un cuento significa para ellos. A través de las historietas, de las narraciones, los cómics, la narrativa ilustrada, la poesía y cualquier tipo de literatura infantil propiamente dicha, con ciertos estándares de calidad para ser considerada como tal, los niños y las niñas adquieren nociones indispensables para desarrollarse como seres sociales. A través de la palabra escrita aprendemos normas de convivencia, ejercitamos al cerebro para ayudarle a recrear situaciones y a establecer nuevas sinapsis, pero, quizá lo más importante radica en que con tan sólo un cuento, podemos hacer que el que escucha se sienta querido, importante y feliz.

Contar un cuento no es sólo leerlo; más bien es vivirlo y hacer que el que lo escucha sea capaz de meterse en la historia. El Educador Infantil, el maestro, el padre, hermano, madre, abuelo, tía... que se disponga a contar un cuento, ha de estar dispuesto a crear magia y debe hacerlo antes incluso de abrir la primera ´página.


Todos los adultos podemos ser magos, pues podemos crear ilusiones con tan sólo utilizar adecuadamente las palabras. Como Educadora Infantil siempre empleo el cuento en prácticamente todas mis clases porque es una herramienta infalible para tratar todo tipo de temas. Por suerte, tengo la capacidad de inventar mis propios cuentos adecuándolos por completo a los intereses de mis alumnos y a sus necesidades pero, en el caso de que lo tuyo no sea la creatividad a la hora de escribir, siempre puedes optar por títulos comerciales, hay miles de cuentos en el mercado con una calidad excepcional.

Conflictos en el aula, muerte de un familiar, miedo a los monstruos, cuidado y respeto al medio ambiente, gestión de emociones... cualquier tema que se te ocurra puede ser tratado a través de la literatura infantil. Los cuentos hacen que los niños se diviertan aprendiendo en un ambiente de confianza, confort y que potencia al máximo su capacidad de escucha, de comprensión y de imaginar.

Por mucho que la sociedad avance hacia un modelo tecnocientífico, el cuento es un recurso que no debe desaparecer, el uso en el aula del mismo o en el hogar, resulta indispensable para animar a los peques a la lectura e iniciarles en un mundo lleno de sensaciones por descubrir y descifrar por sí mismos.

Y tú, ¿Qué opinas de los cuentos?

Soraya R. Oronoz

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