jueves, 24 de noviembre de 2016

Un 24 de noviembre



Me pesan los párpados,
A penas puedo articular palabras,
Pero hoy, 
la vida es de color diferente
Hoy, saludé a la muerte.

Vi en tus ojos el miedo,
en tus manos el anhelo.
Vi en tu mirada el desconcierto;
el desvelo, el desaliento,
¡pero no llegó tu hora!

Duermes mientras yo te observo,
mantienes el constante latido
de un día gris, de lágrimas blancas,
de largas horas; de risas fantasma.

Y entre bocanadas de aire quieres,
Aferrarte a esta vida.
Y aunque a veces pierda las fuerzas,
aunque a veces desespere,
sé que tus ganas, superan todos los miedos
Yo sé que puedes,
siempre recordaremos, 
este 24 de noviembre.