jueves, 12 de mayo de 2016

10 consejos de privacidad infantil en la red


¿Alguna vez te has planteado la vulnerabilidad de los niños en la red?



Incluso desde su primer día de vida ya hay fotos suyas en Facebook, Instagram, Tuenti... esto sin lugar a dudas puede incluso comportar un peligro para el individuo, ya que en este momento ni siquiera es capaz de distinguir su propio cuerpo. Cuando subimos una fotografía a las redes sociales o a la nube estamos perdiendo el control sobre la misma y esto, debemos tenerlo muy en cuenta a la hora de salvaguardar la intimidad de los más pequeños.

Muchas familias e incluso instituciones educativas, no son conscientes del gran peligro que conlleva subir fotografías de los menores. Claro está, que un centro educativo podrá publicar fotografías de sus alumnos siempre que tenga firmada una autorización por parte de sus tutores legales.


La comunicación es cada vez más globalizada y aunque siempre podemos aplicar técnicas para aumentar la privacidad en la red, hemos de estar muy seguros de lo que subimos a determinadas plataformas que no nos garantizan una privacidad total de nuestros datos.



Es curioso, un bebé aún no es consciente de su propia existencia y en cambio, dependiendo del comportamiento de su entorno inmediato en cuanto a las redes sociales, es posible que Internet tenga recabadas miles de imágenes suyas, su día, mes y año de nacimiento, sus enfermedades, sus gustos... ¿hacia dónde nos lleva esto?

Siempre he defendido el uso racional de la tecnología y hoy quiero hacer un llamamiento a todos aquellos que no hayan reflexionado sobre este tema. 


Consejos para salvaguardar la privacidad de los más pequeños en la red:

1. No publicar imágenes en páginas o plataformas de dudosa reputación.

2. No publicar imágenes del niño en modo "público" y vigilar que realmente el modo privado sea seguro.

3. No subir fotos del niño sin ropa en ninguna circunstancia (todos tenemos derecho a la intimidad).

4. Preguntar al niño si quiere que se publique esa imagen (cuando su desarrollo evolutivo lo permita).

5. Desconfiar de páginas web que piden insertar una imagen de un menor.

6. Revisar periódicamente que no se hayan subido fotos del menor sin el consentimiento familiar.

7. Cuando el niño o niña empiece a utilizar Internet de modo autónomo advertirle de los peligros de ceder sus derechos de imagen de un modo comprensible.

8. No publicar lo que no publicarías de ti mismo. Los niños son adorables pero como individuos humanos tienen derecho a que se respete su imagen personal y social.

9. Advertir a la policía si encontramos en la red imágenes de menores inadecuadas de contenido erótico, violento o denigrante.

10. Pensar antes de publicar.

Así mismo, podemos utilizar editores de imágenes como Gimp o Photoshop para difuminar el rostro de los niños y niñas asegurando así en gran parte su privacidad.


En esta era la información vuela rápido y antes de lo que podamos pensar es imposible frenar su difusión. Muchas empresas cogen imágenes de nuestras redes sociales para su publicidad y esto, no lo digo por causar alarma, si no por estar atentos al asunto y hacer una auténtica reflexión sobre el tema.

Nacemos, se difunde nuestra imagen, crecemos y es posible que esa imagen nos persiga de por vida.

Ayuda a que los derechos de la infancia no sean vulnerados, protege a los más pequeños.
Si haces las cosas bien, ellos te lo agradecerán.

Soraya R. Oronoz

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