viernes, 9 de octubre de 2015

Más educación moral y menos conocimientos vacíos

Este es el aspecto del campus de Fuenlabrada de la universidad Rey Juan Carlos de Madrid tras la denominada "sangriada" celebrada el pasado día 2 de Octubre de 2015 (hace hoy una semana).



Botellas, bolsas, vasos y miles de pequeños cristales rotos esparcidos por el suelo son testigos de la irresponsabilidad y falta de educación de los que se supone que conforman "la élite dentro del sistema educativo", los universitarios.

Este campus alberga las facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales, de Ciencias de la Comunicación y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación.

Algunos estudiantes de magisterio, de derecho, de artes, de periodismo... son algunos de los autores de este atentado contra el medioambiente.

¿De qué sirve formar a unas personas en conocimientos específicos si no tienen una base ética y moral que les lleve a ser unos ciudadanos ejemplares?



Ir a clase, sobre todo en la universidad es un acto destinado a conocer, a aprender y a reflexionar. 

Ante la situación acaecida en este campus, se produce un choque cognitivo importante entre el ambiente dentro y fuera del aula. Si miras de frente, una pizarra, un discurso sobre Aristóteles, Kant... si giras la cabeza hacia la izquierda, ese escenario de cultura se transforma en una imagen inhóspita de basura, litronas de cerveza vacías, vasos de "mini", cartones de vino, bolsas, botellas de sangría...



Las consecuencias de las acciones humanas como siempre, las pagan los más débiles, en este caso, los animales.


Gorriones, palomas, gatos y otros animales no humanos acuden curiosos ante tal cúmulo de basura. Pájaros comiendo pequeños cristales que les producirán inevitablemente la muerte, gatos metiendo su pequeña cabeza entre las bolsas con el riesgo de perecer asfixiados... pero ¿qué importa? ¿lo pasaste bien? ya alguien lo limpiará ¿verdad?, total, qué importan unos cuantos cientos de vidas a cambio de que tú disfrutes.


Las aves se sienten atraídas por los objetos que brillan, por tanto, comerán las chapas de las latas de bebida, los cristales de las botellas que se hayan roto... en muchos casos mueren al ingerir trozos de plástico como tapones de botellas o bolsas.

Miles de estudiantes, de docentes y de personal no docente pasan a diario ante este terrible escenario justificando la cruda realidad con frases como "yo no fui a la sangriada", "yo no dejé nada en el suelo", "si sabían que iba a haber un botellón en el campus que pusieran más cubos de basura (aún sabiendo que hay cubos a menos de 200 metros)".

Aunque no comparto la afición de beber por beber comprendo que los estudiantes quieran juntarse para socializarse y pasarlo bien, no obstante deben tener presente siempre las consecuencias de sus actos y en este caso, no es que el campus se quede sucio, sino que muchos seres inocentes van a morir por culpa de su desidia. Tal vez, ni siquiera conocían la gravedad de las consecuencias de sus actos, eso quiero pensar, aunque esto no les exime de sus responsabilidades.

No nos engañemos, no se necesitan más cubos de basura (que no vendrían mal), tampoco se necesita que se prohíban las "reuniones" de compañeros en el campus, lo que se necesita se llama educación.

Más educación moral y ambiental y menos conocimientos vacíos


Dada la situación actual sólo podemos emprender un plan urgente de educación cívica y respetuosa con el medioambiente ya que las personas sólo aprenderán aquello que sea significativo para ellos y espero, que la vida sea una razón más que suficiente para que empiecen a modificar sus hábitos. Pero para ello necesitan formación, no basta con que en la universidad se impartan conocimientos de matemáticas, lengua, física, literatura vacíos en no pocas ocasiones... visto lo visto la educación moral debe ocupar un puesto relevante en nuestra sociedad, aunque se presuponga que los que han llegado a un nivel de estudios universitarios la tengan, porque esto no es así si nos remitimos a los hechos.

Estoy aquí, escribiendo y conteniendo mi rabia por la mala conducta humana, por la falta de sensibilidad y de empatía.  

No queremos críticas ni regañinas, el mal ya está hecho, queremos soluciones para repararlo y para que no vuelva a ocurrir. 

Firma la petición para que se limpie el campus y evitar la muerte de más animales en este link:


Enlaces de interés:

- "El déficit de naturaleza en el aula" (Soraya R. Oronoz)

- "Enseñar a amar, simbiosis entre naturaleza y humanidad" (Soraya R. Oronoz)

- "Educación infantil y progreso medioambiental" (Soraya R, Oronoz)



Soraya R. Oronoz

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