El currículo educativo de infantil y primaria, contemplan la educación ambiental como contenido transversal, es decir, que incluyen aspectos como el cuidado de los animales, las plantas y el reciclaje. No obstante, se observa entre la población infantil y juvenil un déficit respecto a sus conocimientos sobre la naturaleza y su cuidado.
Hemos mejorado en la transmisión de valores acerca de estos temas pero, la realidad es que no se le otorga la suficiente importancia.
Hacemos que los niños estudien la naturaleza "hincando codos", fijando su mirada en un libro (el cual no relacionan que sale de un árbol), encerrados tras ventanas acristaladas, sentados correctamente en sus pupitres y permaneciendo alejados por completo de la experimentación y vivencia con su entorno natural.