viernes, 27 de marzo de 2015

Naturaleza silenciosa, rastros de mamíferos salvajes

El sonido de los coches en las ciudades, el estrés al que estamos sometidos, los horarios inflexibles, la atención focalizada hacia nuestros móviles y otros dispositivos... hacen que dejemos totalmente de lado la gran biodiversidad que cohabita con nosotros, en la mayoría de ocasiones inapreciable ante nuestros ocupados sentidos.

Si nos dicen que en Zaragoza, al lado del Pilar podemos encontrar zorros, que río abajo la naturaleza alberga magníficos seres como castores, nutrias, jabalíes, jinetas, martas, garduñas e incluso tejones podríamos pensar que el que nos está hablando no está muy en sus cabales. La realidad es, que miles de animales salvajes están entre nosotros, más cerca de lo que podríamos imaginar, solo hay que dedicar un día para disfrutar del entorno y escuchar lo que nuestros nuestros sentidos obvian diariamente.


jueves, 26 de marzo de 2015

Aprender a conocernos, fortalezas y debilidades

Todos somos diferentes y a la vez muy similares. Debemos aprender a valorar nuestras fortalezas y nuestras debilidades potenciando nuestro pleno desarrollo personal.

Para identificar nuestras fortalezas y nuestras debilidades hemos de empezar por reconocer que no somos perfectos y que esto no tiene por qué ser algo negativo, si no todo lo contrario.

En muchas ocasiones, nos obligan a crecer y madurar bajo unas exigencias físicas, psíquicas, emocionales y/o cognitivas no adaptadas a nuestras necesidades y ritmos, lo cual se verá reflejado en nuestro autoestima, en sufrimiento psicológico e incluso en inadaptación social, fracaso escolar, profesional o vital.

Empezar a conocerse no es complicado, aunque hay que estar preparado para comprender que debemos liberarnos de los cánones preestablecidos y tratar de sacar una fotografía imaginaria de nuestro propio yo.

Este trabajo ha de comenzar desde el momento en que nacemos y debería estar guiado por los adultos del entorno del niño ya sea en casa como en la escuela.


miércoles, 18 de marzo de 2015

Humanismo VS tecnología

La tecnología avanza, nuestro mundo se vuelve cada día más artificial. Facebook, twitter, pinterest, tuenti, watsap... ¿podríamos vivir sin ello?

El cerebro está sufriendo un proceso de degeneración incentivado por los grandes avances tecnológicos que estamos vivenciando. Pasamos horas frente al ordenador, días perdidos atontados frente al televisor, y esto amigos, es una droga que nos va consumiendo sin apenas darnos cuenta.

La mayoría de las personas ya no piensan, simplemente se dejan guiar por la ingente cantidad de información que reciben a diario sin apenas parase a analizarla. Tenemos acceso al conocimiento de forma realmente sencilla y en cambio, parece que los habitantes humanos del hoy son menos cultos y más adoctrinados en falsas creencias que los de antaño.
Es curioso que lo que aparentemente podríamos considerar como libre acceso al conocimiento, libertad de expresión... en realidad no es más que un sistema represivo y controlador capaz de coartar la libertad del libertario más audaz.

¿Qué es de las relaciones humanas? nos mandamos besos virtuales, "hablamos" con individuos a los que luego vemos en persona y ni tan siquiera saludamos, desconocemos al conocido que se encuentra frente a nosotros oculto tras una pantalla.

lunes, 16 de marzo de 2015

Rompiendo cadenas, liberando nuestro cerebro emocional

Nos gusta criticar a los demás, hablar sobre la manera de actuar del de al lado, alardear de lo bien que nos va, seguir cánones estipulados, vestir como nos dicen que debemos hacerlo, comer lo que la gran mayoría considera moral, invertir nuestro tiempo libre en lo que la sociedad indica que debemos invertirlo, juzgar al vecino, etiquetar al charlatán, enfadarnos con nosotros mismos cuando nos salimos de los carriles estipulados por la norma y... yo digo ¿estamos realmente viviendo nuestras vidas? La vida no es tan larga como parece, nacemos hoy y morimos mañana. No deberíamos basar nuestra existencia en lo que otros dicen, quieren o piensan.

La vida es breve, no tenemos demasiado tiempo para andar regalando nuestros días, atontando a nuestro cerebro y callando nuestros sentimientos.


jueves, 12 de marzo de 2015

Cerdos, una mente maravillosa

Desde que estudié Educación Infantil sentí un enorme deseo de profundizar en el campo de la inteligencia racional y emocional que caracteriza a la mayoría de animales, incluyendo a los humanos.

La mente es maravillosa, y una total desconocida en muchos de sus ámbitos.


Llevo varios años recopilando información acerca de los cerdos, sobre su Sistema Nervioso Central y  su enorme parecido con la especie humana. La secuenciación del genoma de los cerdos ha revelado que compartimos con ellos hasta un 98% de semejanzas genéticas, por no mencionar la enorme histocompatibilidad existente entre ambas especies y la gran cantidad de estudios sobre inteligencia porcina que han demostrado una escalofriante semejanza entre diversas capacidades mentales atribuíbles a un número limitado de especies por el momento.


lunes, 2 de marzo de 2015

Inteligencia vegetal y respeto medioambiental

Es común caminar y observar las plantas como un ente no vivo, carente de sentimientos y de inteligencia. Por lo general, no nos paramos a pensar que son seres extraordinariamente complejos, dotados de diferentes sistemas que permiten su existencia y su adaptación al medio que les rodea.

Son muchos los estudios científicos que tratan de mostrar la sensibilidad de estos seres vivos pero, para los humanos resulta demasiado complejo abstraerse para comprender un modo de vida tan distinto al suyo aunque ¿realmente es tan diferente?

Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos, compartimos las características esenciales que comportan la existencia, en cambio, nos catalogamos por conocimiento o por desconocimiento por encima de la escala natural.

Nunca he aguantado ver como arrancan ramas a un árbol, como cortan flores a diestro y siniestro o como extirpan césped al campo.
En realidad no sabía si los vegetales sentían o no, pero por respeto y empatía, no me parecía ético arrancar lo que la naturaleza había creado con tanto esmero y cuidado, aunque a decir verdad, opino que desde niña he tenido una sensibilidad elevada hacia todo lo que me rodeaba, a lo que se suma la educación que he recibido dando como resultado mi personalidad protectora y defensora de toda expresión de vida.